Este lunes, el Gobierno chino ha evitado referirse a la convulsa reunión que mantuvieron el pasado viernes en la Casa Blanca los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Ucrania, Volodimir Zelenski. Además, ha recalcado una «solución política» al conflicto con Rusia.
«China seguirá desempeñando un papel constructivo en la búsqueda de una solución política a la crisis en Ucrania», ha expresado Lin Jian, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, por lo que es la primera manifestación pública de Pekín sobre lo ocurrido en el Despacho Oval.
«China no es quien creó la crisis en Ucrania y no es una parte involucrada en el conflicto», ha remarcado Lin, y a la vez que ha subrayado que Pekín hará todo lo que esté en su mano para que el conflicto que se resuelva de manera pacífica y teniendo en cuenta las «preocupaciones» de ambas partes.
La declaración del portavoz de Exteriores continúa con la línea supuestamente ambigua que otros actores le han achacado al gigante asiático, que ha apelado desde el principio por una salida negociada y opuesto a la sanciones occidentales.