Lo que debía ser una fiesta de fútbol en el estadio Libertadores de América entre Independiente y Universidad de Chile, se vio empañada por graves incidentes, que paralizaron la definición de los octavos de final de Copa Sudamericana.
Durante el primer tiempo se registraron algunos incidentes entre barras de ambos equipos, particularmente por el lanzamiento de proyectiles desde la parcialidad azul hacia el sector donde estaban apostados los seguidores del Rojo.
La situación fue escalando durante el descanso, dificultando la reanudación de las acciones y cuando parecía que el balón podía volver a rodar y el árbitro Gustavo Tejera ordenó el inicio del complemento, otra vez se produjeron hechos de violencia.
De acuerdo a registros que se viralizaron en redes sociales, algunos hinchas de la U ingresaron a un cuarto donde había elementos de limpieza, los cuales también arrojaron hasta los contrarios. Incluso, se reportaron bombas de estruendo dirigidas hacia los codos del recinto de Avellaneda.
Lo anterior obligó al colegiado a suspender provisoriamente el compromiso hasta que terminaran de desalojar la zona donde estaban los forofos universitarios, lo cual hasta el cierre de este nota no se había completado.
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