Las agencias de ayuda humanitaria reiteraron su llamado a Israel para que permita el ingreso de más tiendas de campaña y suministros esenciales a Gaza tras las primeras lluvias intensas del invierno, y advirtieron que más de un cuarto de millón de familias necesitan ayuda urgente para encontrar refugio.
"Vamos a perder vidas este invierno. Niños, familias enteras morirán", afirmó Jan Egeland, secretario general del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC).
"Es realmente frustrante que hayamos perdido tantas semanas cruciales desde la adopción del plan de paz de Trump, que prometió el flujo de ayuda humanitaria y el fin del sufrimiento innecesario de los palestinos", expresó.
"Millones de artículos de ayuda humanitaria están retenidos en Jordania, Egipto e Israel a la espera de la aprobación de las autoridades de ocupación israelíes", dijo Egeland en su cuenta en X.
"Esto deja a unas 260.000 familias palestinas, lo que equivale a casi 1,5 millones de personas, expuestas al deterioro de las condiciones invernales".
"El tiempo se agota"
Cogat, el organismo de defensa israelí que controla los pasos fronterizos, informó a la BBC que "en los últimos meses" ha coordinado la entrada de "cerca de 190.000 tiendas de campaña y lonas directamente a los residentes de la Franja de Gaza".
Añadió que, "de conformidad con los términos del acuerdo" del alto el fuego, permite que "cientos de camiones que transportan alimentos, agua, combustible, gas, medicamentos, equipo médico, tiendas de campaña y suministros para refugios entren diariamente en la Franja de Gaza, en coordinación con la ONU, organizaciones internacionales, países donantes y el sector privado".
Sin embargo, Egeland señaló que desde que el alto el fuego entró en vigor el 10 de octubre, "las autoridades israelíes rechazaron 23 solicitudes de nueve agencias de ayuda para el envío urgente de suministros para refugios, como tiendas de campaña, kits de armazón, ropa de cama, utensilios de cocina y mantas".
"El plazo para aumentar la ayuda para el invierno se está agotando rápidamente", agregó.
"Nuestra ropa, colchones y mantas se inundaron", dijo Nihad Shabat mientras intentaba secar sus pertenencias el lunes.
Su familia duerme en un refugio improvisado con sábanas y mantas.
"Nos preocupa que se vuelva a inundar. No podemos permitirnos comprar una tienda de campaña", añadió.
"La gente está volviendo a armar estas tiendas rotas porque no tienen otra alternativa. Le pido a Dios que los responsables de distribuirlas se las den a quienes realmente las necesitan. Las están robando y vendiendo a precios exorbitantes".
Algunas carpas robadas se vendían en el mercado negro a hasta US$2.700 antes del cese al fuego. Después del acuerdo el precio bajó a unos US$1.000.
Existe el temor de que se propaguen enfermedades debido a la mezcla de agua de lluvia con aguas residuales.
"Mis hijos ya están enfermos, y mira lo que le pasó a nuestra tienda", expuso Fatima Hamdona, llorando bajo la lluvia durante el fin de semana mientras le mostraba a un colaborador de la BBC el charco que le llegaba a los tobillos dentro de su carpa en Ciudad de Gaza.
"No tenemos comida; la harina se empapó. Somos personas que hemos sido destruidas. ¿Adónde vamos? Ya no tenemos refugio".
En marzo, Israel introdujo un nuevo proceso de registro para las organizaciones humanitarias que trabajan en Gaza, alegando motivos de seguridad.
Este proceso exige que las ONG proporcionen listas de su personal palestino local.
Sin embargo, las organizaciones humanitarias afirman que las leyes de protección de datos de los países donantes les impiden entregar dicha información.
Muchos artículos, incluyendo varillas para tiendas de campaña, son clasificados como de "doble uso" por Israel, lo que significa que pueden tener una finalidad tanto militar como civil, y su entrada está prohibida o fuertemente restringida.
"El agua nos inundó por arriba y por abajo"
Una conferencia de donantes tendrá lugar en Egipto para debatir la reconstrucción de Gaza. Pero las agencias humanitarias alegan que Israel debe permitir ahora el ingreso de ayuda.
"No ayudaría que todas estas naciones se reúnan en El Cairo para debatir la reconstrucción a largo plazo que los palestinos tanto necesitan si estos mueren antes de que se puedan reconstruir sus edificios", señaló Egeland, quien fue Coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU.
"La gente necesita una tienda de campaña hoy, no la promesa de una estructura frente al mar en cinco años".
En Ciudad de Gaza, Rami Deif Allah, desplazado de Beit Hanoun, seca colchones empapados bajo el débil sol, junto a su madre y sus hijos.
Contó que un familiar le dio una tienda de campaña impermeable, pero que aun así se había inundado.
"Tuvimos que desplazarnos unas 11 veces y no encontramos un lugar seguro, así que nos refugiamos en estas humildes tiendas, pero fue en vano. Cuando llegó la lluvia no pudieron protegernos", lamentó. "El agua nos inundó por arriba y por abajo".
Como todos los gazatíes, Rami anhela una vivienda permanente.
"Rezamos para que esta guerra termine por completo y para que todos regresen a sus hogares", continuó.
"Aunque no encontremos nuestras casas en pie, con nuestro sudor y sangre las reconstruiremos. Esta situación de vivir en la calle es insoportable".
(Imagen: Getty Images)
PURANOTICIA // BBC MUNDO


