«Si no hay acuerdo, desgraciadamente tendría que haber intervención», señaló José Luis Murillo, gerente general de la sanitaria, quien recalcó que no pueden enviar «mensajes de tranquilidad, como si ya estuviesen asegurados los 22 millones de m3 en el embalse».
Para nadie es un misterio que la sequía está provocando estragos en el país, principalmente en la zona central, donde la falta de precipitaciones ha derivado en serios problemas hídricos, los cuales podrían incrementarse de no haber lluvias o acuerdos para buscar una salida al tema.
Justamente esto último fue parte de lo abordado por el gerente general de Esval, José Luis Murillo, quien en entrevista con el Diario Financiero sostuvo que mientras no exista un acuerdo entre la sanitaria con el Ministerio de Obras Públicas (MOP) y las comunidades de regantes locales del río Aconcagua, aumenta la posibilidad de que ocurra una intervención por parte del Estado
«Si no hay acuerdo, desgraciadamente tendría que haber intervención», señaló e ejecutivo, quien también reconoció que «incluso con esto deberíamos llenar el embalse Los Aromos», aunque advirtió que «lo que no podemos hacer es mandar un mensaje de tranquilidad, como si ya estuviesen asegurados los 22 millones de m3 en el embalse. Sería muy irresponsable».
El río Aconcagua se divide en cuatro secciones, con plantas de Esval en la segunda y en la cuarta sección. Es bajo este contexto que se necesita llegar a acuerdos con los agricultores y usuarios para evitar que las otras se sequen. En ese sentido, lo que se hace es aplicar un mecanismo de turnos, donde determinadas secciones cierran sus compuertas y es ahí justamente donde se encuentra trabado el tema.
Por ello, Murillo sostuvo que si no son capaces de llenar el embalse ubicado en la comuna de Limache «probablemente llegaríamos hasta final de año. Pero eso no va a suceder». Y continuó diciendo que si fueran incapaces de gestionar las cosas «ese peligro tiene que estar al final de la temporada del año, que sería posiblemente al final del primer trimestre de 2023».
Cabe hacer presente que el embalse Los Aromos es abastecido por el río Aconcagua, el que entrega recursos tanto a los regantes como a la población del Gran Valparaíso.
Bajo este contexto, el gerente general de Esval hizo una radiografía a la situación hídrica de la región de Valparaíso, manifestando que «es evidente que estamos en una situación, en general, catastrófica« y que «va a ser muy difícil ver un incremento de los niveles de esos embalses si no les ayudamos artificialmente, como lo estamos haciendo desde hace varios años en el embalse Los Aromos».
«Estamos viendo cómo podemos tener agua suficiente para que no tengamos un problema durante la temporada 2022-2023. Y necesitamos acumular en el embalse de Los Aromos 22 millones de m3. Este año partimos de 8 millones de m3, no de 3 (como en 2021). Es un avance importante. Y con la infraestructura que tenemos y si llega algo a la cuarta sección, somos capaces de acumular un millón de m3 semanales», explicó a Diario Financiero el mandamás de Esval.
Murillo también indicó que «realmente estamos gestionando una escasez absolutamente extrema. Lo ideal es tener un acuerdo durante mayo y empezar a trabajar el 1 de junio (…) para que no se solape con la necesidad más extensiva de riego».
Finalmente, respecto a la posibilidad de que exista racionamiento de agua potable, el ejecutivo de la sanitaria expuso que «cada año tenemos que llenar para después vaciar. En el caso de la Quinta Región y no teniendo el embalse de Peñuelas -debe llover por cinco años para que eso vuelva a suceder- lo que tenemos es una capacidad de acumulación muy pequeña. (…) Ojalá que en los próximos años sea más sencillo llenarlo, porque eso quiere decir que va a llegar a acuerdo mucho más rápido. Tenemos la capacidad de hacerlo, pero tenemos que llevar adelante ese acuerdo».
«Mientras tanto, siempre existe el peligro de que pase cualquier cosa y no seamos capaces de acumularlo», cerró.